Evita calles y ríos en tu maquetación
Cuando acabas de escribir tu novela y quieres publicarla, toca pasar por una serie de largos procesos como la lectura profesional, las queridas y ansiadas lectoras beta que te esperan con los brazo abiertos, la corrección (aquí toca sacar la lupa), maquetación, preparar el lanzamiento y un largo etc que al final te deja agotada física y, sobre todo, mentalmente.
Tú solo quieres enseñarle tu retoño al mundo como una madre orgullosa y buscar tiempo para escribir la siguiente historia que ya te ronda en la cabeza.
Porque seamos sinceras, tanta revisión es un coñazo. Hace tres o seis meses que acabaste de escribir la novela y, sin embargo, hay que seguir trabajando en ella para que llegue a las lectoras de la mejor forma posible.
En esta última fase, las ansias nos pueden y ya estamos hasta el moño de tanto cambio y de revisar y revisar una y otra vez, para que al final se te acabe escapando alguna errata y te den ganas de sacarte los ojos cuando ves el libro impreso.
Para que esto no te suceda tu obligación como escritora es volver a revisar ese primer libro de prueba —que si eres de las que no lo pide, te digo desde ya que debes hacerlo y revisarlo de cabo a rabo—. Sé que son muchas cosas y detalles que hay que supervisar cuando eres una escritora autopublicada, pero merece la pena el esfuerza cuando sacas a la venta un buen acabado del que te sentiras orgullosa cuando te lluevan los halagos.
¿Qué son las calles y Río?
Las calles o ríos son esos espacios blancos y verticales que encuentras entre los párrafos de tu novela y que dañan la vista. Es un espacio excesivo entre palabras y si cogieras un lápiz podrías trazar sin problema una calle o un río (según la separación que haya entre las palabras) a lo largo del párrafo. De ahí su nombre.
Es el típico hueco que cuando lo ves piensas: «Esto no está bien, nada bien», sin necesidad de ser un profesional.
¿Por qué se forman y cómo darles esquinazo?
Estas aparecen por una justificación sin particiones o mal configurada y puedes darles esquinazo con la separación de sílabas y guiones.
Asegúrate de que la persona encargada de tu diseño editorial no las pasa por alto e imagina que está en los canales de Venecia. Le darán a tu historia un acabado poco profesional que estoy segura, no deseas que tenga.
RECUERDA
El resultado final que llega a tus lectores es responsabilidad tuya y debes revisar cada pequeña parte del proceso.
Te dejo un ejemplo para que veas de qué hablo
Y si quieres saber si eres una escritora nivel PRO te propongo que leas este artículo que te servirá para averiguar si sabes tanto de libros como crees.